Según la FAO, la pesca es el método de producción de alimentos que requiere más intensidad de energía en el mundo, la cual procede casi totalmente de los combustibles fósiles, lo que deriva en una dependencia directa de las variaciones de su precio.
En los últimos años el sector de la pesca se ha subido al tren de la investigación y el desarrollo con el objetivo de buscar soluciones al aumento del costo de los combustibles y lubricantes.
En general los barcos de pesca han sido construidos con la premisa de optimizar la producción entendida como “cantidad de pesca extraída”, sin priorizar la repercusión del diseño del buque en el consumo energético, debido en parte al bajo precio del combustible en años anteriores.
No obstante, la evolución de los precios del petróleo, unido al estancamiento de los precios del pescado, ha hecho reconsiderar el modelo productivo de la pesca extractiva y los costos en combustibles y lubricantes ha pasado a convertirse en uno de los principales en la actividad del barco.
Hoy es incuestionable la necesidad de abordar un cambio en las empresas armadoras y pensar en la incorporación de medios tecnológicos que permitan reducir los costos y el impacto del combustible empleado en su actividad, tratando de sumar esfuerzos para convertir a la industria pesquera en una actividad económica sostenible y –a su vez- más rentable.
Se trata de reflejar las posibilidades del cambio utilizando las mejoras energéticas que están disponibles y que son aplicables a barcos que operan en la actualidad, que sean técnica y económicamente factibles, para que el tiempo de amortización sea relativamente rápido y pueda resultar atractiva para el armador.
Puede ser muy evidente desde el punto de vista de la reducción del consumo, una modificación de la configuración del casco del buque, pero en barcos que ya están operativos no es una solución que resulte atractiva económicamente debido a la gran inversión que requiere.
Existen estudios o posibles soluciones que, aún prometiendo importantes ahorros, no sean aplicables a los barcos existentes.
Con los resultados de los estudios realizados se puede llegar a unas conclusiones muy interesantes para aplicar de manera práctica, teniendo en cuenta que aunque se avance en el campo teórico, las condiciones del buque operando en el mar son muy diferentes.
Cabe destacar la dificultad de comparar con relativa precisión los resultados de las mejoras propuestas teóricamente y poderlas cuantificar en un entorno real de trabajo, antes y después de una modificación.
El análisis e investigación de las tecnologías disponibles más actuales para generar propuestas viables de mejora de las unidades existentes se refieren a:
a) Mejoras en las características hidrodinámicas de la carena, en el comportamiento en la mar y en los sistemas propulsivos de los buques.
b) Mejoras en los motores propulsores de los buques.
c) Mejoras en la gestión de la energía a bordo.
d) Mejoras en los equipos y en las artes de pesca.
En este análisis se debe tener en cuenta que las diferentes mejoras potenciales serán en función del tamaño del buque, de la modalidad de pesca y de la antigüedad de los barcos.
Mejoras en las características hidrodinámicas de la carena, comportamiento en la mar y en los sistemas propulsivos de los buques:
Los buques con muchos años de trabajo, debido al envejecimiento y ensuciamiento del casco, la hélice y de la propia planta propulsora, y al cambio de condiciones de trabajo por la modificación de las condiciones de carga, tienen un punto de funcionamiento hidrodinámicamente diferente para lo que fueron proyectados.
Esto provoca una pérdida de rendimiento y un aumento de emisiones, vibraciones y costes de mantenimiento del motor. Estas circunstancias producen un aumento en los consumos que, si bien hasta este momento había sido asumido como un hecho normal e inevitable, el alza de los precios del petróleo ha obligado a los armadores a plantearse las posibles alternativas que minimicen el impacto de dichas subidas de precio.
Decisiones tan importantes como la definición del intervalo entre varadas del buque, la oportunidad de usar pinturas especiales para el casco, de montar una hélice de paso controlable, o mejorar el comportamiento hidrodinámico mediante la modificación de las formas del buque deberán basarse en un análisis económico que debe manejar tanto los costos de las reformas o paralizaciones del buque como sus costos de operación.
En este ítem se propone tener en cuenta algunas herramientas hidrodinámicas que permiten evaluar, predecir y corregir la resistencia al avance de los distintos tipos de buques.
Evidentemente, estos estudios, realizados por equipos de expertos que abarquen tanto los aspectos hidrodinámicos como los de explotación del buque, siempre han de suponer el primer paso antes de abordar cualquier mejora o corregir cualquier desajuste relacionado con los costes de explotación.
Corregir trimados desfavorables del buque, el aligeramiento de las hélices o su sustitución por otras nuevas de paso fijo o controlable o de diseños especiales, son algunos recursos de los que dispone el armador para recortar los consumos de combustible de la planta propulsora del buque pesquero.
También se revisan los efectos sobre la potencia que necesita un buque pesquero para dar una cierta velocidad en distintas condiciones de navegación y la realización de las diversas faenas propias de la actividad pesquera como pueda ser el arrastre de una cierta red, etc.
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